2/12/09

Dialogo con Migo

Hoy iba para el trabajo y, además de prestar atención a los cruces de las calles, pensaba.
Si, a veces me pasa.

Como quien no quiere la cosa, estamos en Diciembre, se cuelan en la mente las imagenes de Navidad y Año Nuevo; es inevitable en esta época.

Y, como suele suceder, surge la tentación de hacer un balance ante el año que termina.
Y así, esquivando peatones y tratando de calcular la ruta menos peligrosa para cruzar sin que me lleven a pasear en algún paragolpes; surgen preguntas.

¿Porque hay que hacer un balance?
¿Que pasa si no quiero caer en la rutina "findeañera" de hacer un resumen y poner en la balanza lo acontecido durante el año; para luego determinar si fue un buen año o no?
¿Que pasa si no quiero que termine?
¿Que hay de malo en no querer reducir un año de mi vida a un número para luego compararlo con los anteriores? ¿Para qué?
¿No se puede tener un año malo (estadísticamente hablando)?
¿Acaso mi plata no vale?

En fin... Preguntas, y más preguntas. Una cosa es clara, no haré ningún balance.
Seguiré caminando en el borde buscando ese detalle que hace que cada día valga la pena. Sin la más peregrina idea de lo que me depara el destino en el tiempo porvenir. Esperando una (otra) oportunidad de amar...

No se olviden de ser felices!
No te olvides que ser feliz depende, en gran medida, de vos.

1 comentario:

Virginia Prieto dijo...

también me hago preguntas de ese tipo
muchas
y no encuentro respuesta...
eso si, como vos bien decís, no me olvido nunca de tratar de ser feliz
de eso se trata todo, no?

beso grande