El ambiente esta tranquilo. Hay música de fondo.
Héroes del Silencio y su Chispa Adecuada quizá sea lo que necesito. Una chispa que inicie un fuego, para que mis dedos se activen e inicien esa danza alocada sobre el teclado.
Por la ventana veo la luz del sol que ilumina la plaza. La luz de este tibio sol otoñal entra rauda a través de los cristales de la ventana cerrada. Esta empezando a apretar el frío y ya es tiempo de pensar en los abrigos, en las bebidas calientes y en las comidas bien condimentadas, espesas y sabrosas.
Se encienden las estufas y todo vestigio posible de calor se busca en forma desesperada.
En la calle, buscamos las veredas reparadas del viento en donde el sol alumbre y el cuerpo absorba esa energía.
En las casas los ventanales se despueblan de cortinados para permitir que el sol ilumine los interiores de las casas y de las personas.
Desde la radio, Bunbury inicia el estribillo anunciando que él tampoco sabe "distinguir lo complicado de lo simple". Maldito duende, ¿Sabes, acaso, donde se esconden las musas las frías mañanas de otoño? ¿No?
En fin, no importa, aún sin inspiración... voy a intentar escribir algo partiendo de la base que ninguna idea se ha acercado a mi mente hasta este momento...
